Dentro del curso de cocina que estoy haciendo en la Asociación de Hostelería de Santiago de Compostela en convenio con el Ayuntamiento de la ciudad, el cocinero Rafael M. García Triñanes nos ha enseñado a realizar esta receta entre muchas otras. Algunas ya las conocía, otras ya las había elaborado y otras son nuevas para mí.
Confieso que el curso me está encantando y, aunque estamos en vísperas de terminarlo, no me importaría nada que me dejaran asistir a un plan FIP de 900 horas u otro semejante porque Rafa Triñanes lo merece.
Excelente cocinero y gran docente (ambas cosas muchas veces van reñidas), Rafa se afana cada día en enseñarnos los intríngulis de la cocina y yo, además de aprender, me lo paso bomba.
Unas patatas ricas y contundentes acompañadas de chorizo y costilla que hacen de este un único plato.
INGREDIENTES:
- 1 kg de costilla de cerdo cortadas
- 1 kg de patatas
- 125 gr chorizo
- 150 gr cebolla
- 3 dientes de ajo
- 125 gr pimiento verde
- 150 gr tomate
- 1 hoja de laurel
- 2 pimientos choriceros (yo usé pulpa en tarro)
- 50 cl de aceite de oliva
- Caldo de carne
- 2 sobres de colorante alimentario
- Sal y pimienta
ELABORACIÓN:
Salpimentamos las costillas cortadas.
En una cazuela las doramos en el aceite.
Añadimos el pimiento verde en brunoise, el ajo picadito y la cebolla en juliana y tapamos, dejamos que suden bien. Removemos y añadimos el tomate sin piel ni pepitas cortado en dados (si vemos que se nos agarra un poco podemos añadir un chorrito de vino blanco).
Agregamos el laurel y el pimiento choricero.
A continuación, incorporamos el chorizo cortado en rodajas y el colorante alimentario y dejamos unos 10 minutos.
Las patatas chascadas para que suelten la fécula. Removemos.
Y agregamos el caldo en cantidad suficiente para que cubra las patatas. Salamos, tapamos y dejamos cocer a fuego lento durante unos 20 minutos (o el tiempo necesario para que se hagan las patatas).
Rectificamos de sal y emplatamos con un poco de perejil por encima.
Yo lo hice de víspera, así la salsa concentró más los sabores y engordó. Proveerse de cantidad de pan, del bueno, del de chupetear el plato
porque lo vais a necesitar.