ZAMBURIÑAS CON BECHAMEL

Las zamburiñas son un clásico en casa los sábados que no hay que llevar a Pablo a ninguna actividad. Y hoy, día del trabajo, pues qué mejor manera que celebrarlo que limpiando unas cuantas!.


La forma de prepararlas, desde que descubrí que era la favorita de Pablo, es la famosísima receta de Zamburiñas al Albariño que ya publiqué hace un tiempo.


Pero, hoy, yo tenía antojo de plato con bechamel. Sí, como los niños pequeños. Me han quitado unas muelecillas, me han dejado sin juicio, y me apetecía algo que no me diera "trabajo" (otra vez la palabrita) para comer. Así que he separado unas cuantas y he tuneado la receta de las conchas rellenas de marisco. Y este es el resultado.


Además, aproveché para utilizar un paté de tomate que había adquirido en el Lidl (todavía no sé por qué) y que me daba que se echaría a perder en la alacena hasta su fecha de caducidad.



El resultado muy rico, fácil de comer (que era lo importante en mi estado) y con una sensación de sorpresa al ver que el tal paté estaba bueno.


Procedemos a explicar lo facilísimo de su elaboración:

INGREDIENTES:

• Zamburíñas bien limpias (para l@s que sí celebran el Día del Trabajo, existen unas bolsas de carne de zamburíña congelada y bien limpia de la marca Delfín que sacan muy bien del paso. La pega es que son de Escocia y no gallegas. Lo cual en sí ya marca la diferencia del resultado, ejem..)
  

• Pasta de Tomate (en su defecto, salsa de tomate)
  

• Bechamel (yo la hice a ojo, ya sabéis mantequilla, harina, leche, sal, nuez moscada, pimienta blanca)
  

• Queso Emmental (rallado en el momento)

ELABORACIÓN:

• Abrimos las zamburíñas y las limpiamos bien. Dejamos escurrir.

• En unas conchas de vieira (que siempre se deberían tener a mano; incluso las hay de Pyrex también), echamos una cucharadita del paté de tomate, sin mucho aceite.

• Disponemos las zamburíñas sin concha por encima (yo no las he salado; el paté ya aportaba la cantidad necesaria)
  

• y cubrimos con la bechamel.

• Rallamos el queso por encima,
  

• y horneamos a unos 200 grados calor arriba-abajo hasta que esten doraditas.

El resultado es bien sencillo y bien rico.

Otra opción es rellenarlas con palitos de marisco, gambas y huevo cocido.